lunes, 26 de noviembre de 2018

El Experimento De Cuca - Mientras Dure Las Fiesta Del Paraíso






En la casita rota de tus labios se refugian los ebrios rotos de alta mar...

Muchas gracias a Miguel Ortuño por compartirnos el siguiente disco. "El Experimento de CuCa son sesiones de improvisaciones grabadas desde 1991 en casa de Armando Carrillo y Carmen Quiroga con los miembros de La Función de Repulsa  y visitantes espontáneos" (independartesonoro)
Una nota que cae


Semen

Agnus Dei - Agnus Dei (Demo)







En la casita rota de tus labios se refugian los ebrios rotos de alta mar...


Muchas gracias a Mario Hernández por compartirnos el siguiente disco: "Demo de una de las primeras bandas de rock gótico en México (sino es que la primera)."*Calidad de audio de 64 kbps, si alguien tiene este material en mayor calidad, se agradecería el apoyo para actualizarlo.
Una nota que cae

Artista: Agnus Dei
Álbum: Agnus Dei (Demo)
Año: 1994
Género: Gothic Rock
País: México

Lista de canciones:


  1. Living Death 04:29
  2. A La Noche, A La lluvia, A La Muerte 03:15
  3. Devoción 04:53
  4. El Cuarto Oscuro 04:56

Semen

jueves, 30 de agosto de 2018

Derribos Arias - La Centralita de Informacion


Ahi donde la luna repta sobre la banqueta del cielo acompañada de estrellas dopadas de veneno de sol te esperare con un arcoiris en las venas...

Hacia un rato que no escuchaba esta riquesa de disco...

Derribos Arias fue una banda de post-punk española de los años 80, encuadrada en el movimiento cultural conocido como La Movida. Su sonido, crudo, caótico, en ocasiones melódico y en ocasiones cacofónico, estaba influido por el post-punk, el punk y la psicodelia, además de contar con un componente de humor absurdo definido por algunos como dadaísta o surrealista Derribos Arias fue un producto de la creatividad de Poch (Ignacio Gasca, †1998), una persona extravagante, pintoresca y excesiva. Se le recuerda como protagonista de algunos de los episodios más delirantes de la llamada Movida madrileña.
Wikipedia


Semen

martes, 28 de agosto de 2018

Las Novias




Las Novias se formaron oficialmente en el otoño de 1987 como trío. Tras varios cambios de componentes, la formación se estabiliza en noviembre de 1989 con los cuatro miembros que se conocen hoy en día.

Una serie de maquetas y actuaciones en directo con mucha repercusión local, les lleva a fichar, en 1990, con la multinacional Polygram.
Sueños en blanco y negro
Todo (nada) sigue igual


Semen

Semen 1

RECOPILATORIO-CD-ZARAGOZA VIVE 1994


Disco recopilatorio...


Semen

Cabaret En Clausura - Cabaret En Clausura (Demo)

 

 

Muchas gracias a Arturo Ortega por compartirnos el siguiente disco. Algo de información que nos comparte Arturo sobre estas grabaciones: "Te mando el demo de Cabaret en clausura, el demo lo grabé yo, era parte de los que pretendíamos en ese espacio (Radio Educación). Asímismo, presentábamos  los grupos en vivo y concebí el primer programa exclusívamente de demos de la radio nacional: Demos chance. No tengo a la mano la carátula y los crédito del del demo de Cabaret en Clausura, pero ahí señalan que fue grabado en los estudios de Radio Educación en es época (1989 o primeros 90)". (Nota: La portada que ven la re-diseñé del único cassette que pude encontrar en la red de la banda, no cuento con el audio de dicho cinta igual por si alguien lo tiene se agradecería)

Aventuras de Kirlian





Todo comenzaría el verano de 1985 en San Sebastián. Por aquel entonces unos jovencísimos Teresa Iturrioz e Ibon Errazkin comenzaban a ensayar. Uno meses después, en febrero del siguiente año, a esos primeros ensayos se unirían Jone Gabarain y Peru Izeta, naciendo con ellos Aventuras de Kirlian.
El joven grupo, sin apenas manejo de intrumentos, comenzaría pronto a realizar sus primeros conciertos. Entre 1986 y 1988 actuarían en quince ocasiones, siempre en Guipúzcoa, compartiendo escenarios con grupos como 23 Ojos de Pez (más tarde Parafünk) o La Insidia, formación esta última que haría coincidir a Javier Aramburu e Iñaki Gametxogoikoetxea, quienes después en Family terminarían marcando un camino imborrable en lo que al pop español se refiere. Camino que sin duda, había sido iniciado por Aventuras de Kirlian.
Conocidos bajo el calificativo de “minimalistas”, en relación a la simplicidad de sus composiciones, Aventuras de Kirlian confecciona canciones breves y sin apenas cambios de ritmo, influenciados por grupos psicodélicos de los 60, el twee pop de los 80 o bandas del sello Cherry Red. Mientras, continúan con sus conciertos a lo largo del País Vasco, haciéndose poco apoco con un pequeño séquito de fans, amantes de aquella fragilidad que propugnaban, distantes de la música del momento. Frente al ruido distorsionador de aquellos años, ellos proclamaban una desnudez sonora abanderada por la languidez de la vida diaria, que si bien se alejaba en intenciones de los grupos de la ya convaleciente Movida, tampoco seguía el patrón de lo que se estaba cociendo en el contexto independiente.


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Semen 1

Nacho Laguna - Fugaz (2003)


Voy a fumarme mis dedos para no olvidar el sabor de tu piel...(Huma)

“Fugaz” donde ponen la voz Maite Yerro (Déjamever) y Carmen Mancha (recitado de «Con media cara iluminada») . En este segundo disco sigue colaborando con Javier Almendral (coproductor), David G. Bonacho (Trífide::Freud), Germán Sánchez(Vírgenes Adolescentes), Bruno Ruiz y Jorge Fuertes (Doss, Pleasure Fuckers). También ha participado en el disco “Después de nunca revisiones” (2003) haciendo una revisión de “Dondestaelcielo”y relizado la banda sonora del cortometraje «Amarillo»,después «Entierro», del realizador Francisco Torrente.


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Nacho Laguna - Cantábrico de emociones (1999)


Voy a fumarme mis dedos para no olvidar el sabor de tu piel...(Huma)

Cantábrico de emociones. Primer disco en solitario, en el que colaboran Nacho Colís, Javier Arnal, Javier Almendral (coproductor), Ajo (Mil Dolores Pequeños), Susana Cáncer, David G. Bonacho (Trífide::Freud) , Carlos Desastre (después de nunca, 713º Amor) y Javier Corcobado.Que mas se puede pedir en un disco!!!!!


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Acordes con Leonard Cohen



Luis Eduardo Aute, Santiago Auserón, Perla Batalla, Constantino Romero y Elliott Murphy son algunos de los 16 artistas que participan en Acordes con Leonard Cohen, un doble álbum en directo en el que cantan los poemas más conocidos del cantautor canadiense.


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Se acabó la rabia (Molto Lumpen)





Se acaba la rabia es un grupo experimental de el estado de Sinaloa al cual se le conoce solo un disco que es este y que me costo mucho trabajo conseguir,patrocinado por la Universidad Autonoma de Sinaloa dan a conocer este material dificil de consegui, de sus canciones se podria decir que son un poco relajadas(rock suave)pero hay una rola en especial que se titula "Soy para ti" que vale mucho la pena escuchar, un poco electronico y ruidoso, contemporaneos de grupos como KGB, Tres410 y Reliquia(disco que aun no he podido conseguir)que sonaron muy poco alla por el año 1995 y no fueron muy reconocidos musicalmente, espero les agrade tanto como a mi.
Y si alguien tiene informacion de este grupo ojala pudiera compartirla con nosotros ya que el disco no tiene nada en relacion.


Semen

viernes, 1 de junio de 2018

18 Canciones Acusticas (Grabaciones En El Mar)



En la casita rota de tus labios se refugian los ebrios rotos de alta mar...

  1. Androginous, por Insanity Wave
  2. Suicide is painless, por Parkinson DC
  3. Cruel, por El Inquilino Comunista
  4. Through the needle’s eye, por Los Valendas
  5. Jody is drunk, por El Regalo De Silvia
  6. To the north and back again, por The Frankenbooties
  7. Running out of things to say, por Maddening Flames
  8. Panic on board, por Los Clavos
  9. Candy says, por La Buena Vida
  10. Anger, por Lord Sickness
  11. Qué sucedió el 6 de marzo de 1954, por El Niño Gusano
  12. Damage kid, por Strange Fruit
  13. Little time, por Nothing
  14. Your name is, por Malcolm Scarpa
  15. Thanks Mr. Arran, por The Pribata Idaho
  16. Your eyes again, por Las Flores Venenosas
  17. Spanish fever, por My Criminal Psycholovers
  18. Globos, por Ink

Semen

Altos hornos de Vizcaya - Bichos Raros Andan por las Calles



En la casita rota de tus labios se refugian los ebrios rotos de alta mar...

Quizás sea en este disco, el único larga duración de la banda, donde se puedan encontrar los mejores temas de AHV. La portada, en estética similar a la de "En Navidades También Comemos" (Discos Suicidas, 1987), muestra a un bebé asiático llorando sólo en lo que parecen los restos de una población (¿Hiroshima, Nagasaki?) tras un ataque o desastre que la ha asolado.


Semen

Alado Sincera ‎– Palimpsesto (2009)



En la casita rota de tus labios se refugian los ebrios rotos de alta mar...

Tenemos distorsionada la percepción de la escena. Alado Sincera no deberían ser figurantes ni actores secundarios en la película que hay montada dentro del circuito de música alternativa estatal, sino actores protagonistas con una proyección que estalla hacia diferentes horizontes: desde el rock alternativo más matemático a símbolos y reconceptualizadores de la canción crítica y comprometida… aunque, ¿comprometida con qué?


Semen

Alone... Recopilación



En la casita rota de tus labios se refugian los ebrios rotos de alta mar...


Me hacen falta dos rolas puesto que el kct no las trae pero en cuanto tenga el disco completo se lo subo, si se escucha un poco mal es porque esta digitalizado de kct... se hace lo que se puede...

Este cd es una muestra del estado del rock malagueño del año 2000, participando bandas como Despues de Nunca, Allison, Shameful Heaven, Blackberry Clouds y Twilight. Cada grupo con un estilo muy definido, diferente del resto y una personalidad propia.


Semen

Leopoldo Lugones - La lluvia de fuego (Evocación de un desencarnado de Gomorra)



En la casita rota de tus labios se refugian los ebrios rotos de alta mar...



Exelente, muy recomendable!!!

Y tornaré el cielo de hierro y la tierra de cobre.
Levítico, XXVI - 19.

Recuerdo que era un día de sol hermoso, lleno del hormigueo popular, en las calles atronadas de vehículos. Un día asaz cálido y de tersura perfecta.
Desde mi terraza dominaba una vasta confusión de techos, vergeles salteados, un trozo de bahía punzado de mástiles, la recta gris de una avenida...
A eso de las once cayeron las primeras chispas. Una aquí, otra allá -partículas de cobre semejantes a las morcellas de un pábilo; partículas de cobre incandescente que daban en el suelo con un ruidecito de arena. El cielo seguía de igual limpidez; el rumor urbano no decrecía. Únicamente los pájaros de mi pajarera cesaron de cantar.
Casualmente lo había advertido, mirando hacia el horizonte en un momento de abstracción. Primero creí en una ilusión óptica formada por mi miopía. Tuve que esperar largo rato para ver caer otra chispa, pues la luz solar anegábalas bastante; pero el cobre ardía de tal modo, que se destacaban lo mismo. Una rapidísima vírgula de fuego, y el golpecito en la tierra. Así, a largos intervalos.
Debo confesar que al comprobarlo, experimenté un vago terror. Exploré el cielo en una ansiosa ojeada. Persistía la limpidez. ¿De dónde venía aquel extraño granizo? ¿Aquel cobre? ¿Era cobre?...
Acababa de caer una chispa en mi terraza, a pocos pasos. Extendí la mano; era, a no caber duda, un gránulo de cobre que tardó mucho en enfriarse. Por fortuna la brisa se levantaba, inclinando aquella lluvia singular hacia el lado opuesto de mi terraza. Las chispas eran harto ralas, además. Podía creerse por momentos que aquello había ya cesado. No cesaba. Uno que otro, eso sí, pero caían siempre los temibles gránulos.
En fin, aquello no había de impedirme almorzar, pues era el mediodía. Bajé al comedor atravesando el jardín, no sin cierto miedo de las chispas. Verdad es que el toldo, corrido para evitar el sol, me resguardaba...
¿Me resguardaba? Alcé los ojos; pero un toldo tiene tantos poros, que nada pude descubrir.
En el comedor me esperaba un almuerzo admirable; pues mi afortunado celibato sabía dos cosas sobre todo: leer y comer. Excepto la biblioteca, el comedor era mi orgullo. Ahíto de mujeres y un poco gotoso, en punto a vicios amables nada podía esperar ya sino de la gula. Comía solo, mientras un esclavo me leía narraciones geográficas. Nunca había podido comprender las comidas en compañía; y si las mujeres me hastiaban, como he dicho, ya comprenderéis que aborrecía a los hombres.
¡Diez años me separaban de mi última orgía! Desde entonces, entregado a mis jardines, a mis peces, a mis pájaros, faltábame tiempo para salir. Alguna vez, en las tardes muy calurosas, un paseo a la orilla del lago. Me gustaba verlo, escamado de luna al anochecer, pero esto era todo y pasaba meses sin frecuentarlo.
La vasta ciudad libertina era para mí un desierto donde se refugiaban mis placeres. Escasos amigos; breves visitas; largas horas de mesa; lecturas; mis peces; mis pájaros; una que otra noche tal cual orquesta de flautistas, y dos o tres ataques de gota por año...
Tenía el honor de ser consultado para los banquetes, y por ahí figuraban, no sin elogio, dos o tres salsas de mi invención. Esto me daba derecho -lo digo sin orgullo- a un busto municipal, con tanta razón como a la compatriota que acababa de inventar un nuevo beso.
Entre tanto, mi esclavo leía. Leía narraciones de mar y de nieve, que comentaban admirablemente, en la ya entrada siesta, el generoso frescor de las ánforas. La lluvia de fuego había cesado quizá, pues la servidumbre no daba muestras de notarla.
De pronto, el esclavo que atravesaba el jardín con un nuevo plato, no pudo reprimir un grito. Llegó, no obstante, a la mesa; pero acusando con su lividez un dolor horrible. Tenía en su desnuda espalda un agujerillo, en cuyo fondo sentíase chirriar aún la chispa voraz que lo había abierto. Ahogámosla en aceite, y fue enviado al lecho sin que pudiera contener sus ayes.
Bruscamente acabó mi apetito; y aunque seguí probando los platos para no desmoralizar a la servidumbre, aquélla se apresuró a comprenderme. El incidente me había desconcertado.
Promediaba la siesta cuando subí nuevamente a la terraza. El suelo estaba ya sembrado de gránulos de cobre; mas no parecía que la lluvia aumentara. Comenzaba a tranquilizarme, cuando una nueva inquietud me sobrecogió. El silencio era absoluto. El tráfico estaba paralizado a causa del fenómeno, sin duda. Ni un rumor en la ciudad. Sólo, de cuando en cuando, un vago murmullo de viento sobre los árboles. Era también alarmante la actitud de los pájaros. Habíanse apelotonado en un rincón, casi unos sobre otros. Me dieron compasión y decidí abrirles la puerta. No quisieron salir; antes se recogieron más acongojados aún. Entonces comenzó a intimidarme la idea de un cataclismo.
Sin ser grande mi erudición científica, sabía que nadie mencionó jamás esas lluvias de cobre incandescente. ¡Lluvias de cobre! En el aire no hay minas de cobre. Luego aquella limpidez del cielo no dejaba conjeturar la procedencia. Y lo alarmante del fenómeno era esto. Las chispas venían de todas partes y de ninguna. Era la inmensidad desmenuzándose invisiblemente en fuego. Caía del firmamento el terrible cobre -pero el firmamento permanecía impasible en su azul. Ganábame poco a poco una extraña congoja; pero, cosa rara: hasta entonces no había pensado en huir. Esta idea se mezcló con desagradables interrogaciones. ¡Huir! ¿Y mi mesa, mis libros, mis pájaros, mis peces que acababa precisamente de estrenar un vivero, mis jardines ya ennoblecidos de antigüedad, mis cincuenta años de placidez, en la dicha del presente, en el descuido del mañana?...
¿Huir?... Y pensé con horror en mis posesiones (que no conocía) del otro lado del desierto, con sus camelleros viviendo en tiendas de lana negra y tomando por todo alimento leche cuajada, trigo tostado, miel agria...
Quedaba una fuga por el lago, corta fuga después de todo, si en el lago como en el desierto, según era lógico, llovía cobre también; pues no viniendo aquello de ningún foco visible, debía ser general.
No obstante el vago terror que me alarmaba, decíame todo eso claramente, lo discutía conmigo mismo, un poco enervado a la verdad por el letargo digestivo de mi siesta consuetudinaria. Y después de todo, algo me decía que el fenómeno no iba a pasar de allí. Sin embargo, nada se perdía con hacer armar el carro.
En ese momento llenó el aire una vasta vibración de campanas. Y casi junto con ella, advertí una cosa: ya no llovía cobre. El repique era una acción de gracias, coreada casi acto continuo por el murmullo habitual de la ciudad. Ésta despertaba de su fugaz atonía, doblemente gárrula. En algunos barrios hasta quemaban petardos.
Acodado al parapeto de la terraza, miraba con un desconocido bienestar solidario la animación vespertina que era todo amor y lujo. El cielo seguía purísimo. Muchachos afanosos recogían en escudillas la granalla de cobre, que los caldereros habían empezado a comprar. Era todo cuanto quedaba de la grande amenaza celeste.
Más numerosa que nunca, la gente de placer coloría las calles; y aun recuerdo que sonreí vagamente a un equívoco mancebo, cuya túnica recogida hasta las caderas en un salto de bocacalle, dejó ver sus piernas glabras, jaqueladas de cintas. Las cortesanas, con el seno desnudo según la nueva moda, y apuntalado en deslumbrante coselete, paseaban su indolencia sudando perfumes. Un viejo lenón erguido en su carro manejaba como si fuese una vela una hoja de estaño, que con apropiadas pinturas anunciaba amores monstruosos de fieras: ayunta-mientos de lagartos con cisnes; un mono y una foca; una doncella cubierta por la delirante pedrería de un pavo real. Bello cartel, a fe mía; y garantida la autenticidad de las piezas. Animales amaestrados por no sé qué hechicería bárbara, y desequilibrados con opio y con asafétida.
Seguido por tres jóvenes enmascarados pasó un negro amabilísimo, que dibujaba en los patios, con polvos de colores derramados al ritmo de una danza, escenas secretas. También depilaba al oropimente y sabía dorar las uñas.
Un personaje fofo, cuya condición de eunuco se adivinaba en su morbidez, pregonaba al son de crótalos de bronces, cobertores de un tejido singular que producía el insomnio y el deseo. Cobertores cuya abolición habían pedido los ciudadanos honrados. Pues mi ciudad sabía gozar, sabía vivir. Al anochecer recibí dos visitas que cenaron conmigo. Un condiscípulo jovial, matemático cuya vida desarreglada era el escándalo de la ciencia, y un agricultor enriquecido. La gente sentía necesidad de visitarse después de aquellas chispas de cobre. De visitarse y de beber, pues ambos se retiraron completamente borrachos. Yo hice una rápida salida. La ciudad, caprichosamente iluminada, había aprovechado la coyuntura para decretarse una noche de fiesta. En algunas cornisas, alumbraban perfumando, lámparas de incienso. Desde sus balcones, las jóvenes burguesas, excesivamente ataviadas, se divertían en proyectar de un soplo a las narices de los transeúntes distraídos, tripas pintarrajeadas y crepitantes de cascabeles. En cada esquina se bailaba. De balcón a balcón cambiábanse flores y gatitos de dulce. El césped de los parques palpitaba de parejas.
Regresé temprano y rendido. Nunca me acogí al lecho con más grata pesadez de sueño.
Desperté bañado en sudor, los ojos turbios, la garganta reseca. Había afuera un rumor de lluvia. Buscando algo, me apoyé en la pared, y por mi cuerpo corrió como un latigazo el escalofrío del miedo. La pared estaba caliente y conmovida por una sorda vibración. Casi no necesité abrir la ventana para darme cuenta de lo que ocurría.
La lluvia de cobre había vuelto, pero esta vez nutrida y compacta. Un caliginoso vaho sofocaba la ciudad; un olor entre fosfatado y urinoso apestaba el aire Por fortuna, mi casa estaba rodeada de galerías y aquella lluvia no alcanzaba las puertas.
Abrí la que daba al jardín. Los árboles estaban negros, ya sin follaje; el piso, cubierto de hojas carbonizadas. El aire, rayado de vírgulas de fuego, era de una paralización mortal; y por entre aquéllas se divisaba el firmamento, siempre impasible, siempre celeste.
Llamé, llamé en vano. Penetré hasta los aposentos famularios. La servidumbre se había ido. Envueltas las piernas en un cobertor de viso, acorazándome espaldas y cabeza con una bañera de metal que me aplastaba horriblemente, pude llegar hasta las caballerizas. Los caballos habían desaparecido también. Y con una tranquilidad que hacía honor a mis nervios, me di cuenta de que estaba perdido.
Afortunadamente, el comedor se encontraba lleno de provisiones; su sótano, atestado de vinos. Bajé a él. Conservaba todavía su frescura; hasta su fondo no llegaba la vibración de la pesada lluvia, el eco de su grave crepitación. Bebí una botella, y luego extraje de la alacena secreta el pomo de vino envenenado. Todos los que teníamos bodega poseíamos uno, aunque no lo usáramos ni tuviéramos convidados cargosos. Era un licor claro e insípido, de efectos instantáneos.
Reanimado por el vino, examiné mi situación. Era asaz sencilla. No pudiendo huir, la muerte me esperaba; pero con el veneno aquél, la muerte me pertenecía. Y decidí ver eso todo lo posible, pues era, a no dudarlo, un espectáculo singular. ¡Una lluvia de cobre incandescente! ¡La ciudad en llamas! Valía la pena.
Subí a la terraza, pero no pude pasar de la puerta que daba acceso a ella. Veía desde allá lo bastante, sin embargo. Veía y escuchaba. La soledad era absoluta. La crepitación no se interrumpía sino por uno que otro ululato de perro, o explosión anormal. El ambiente estaba rojo; y a su través, troncos, chimeneas, casas, blanqueaban con una lividez tristísima. Los pocos árboles que conservaban follaje retorcíanse, negros, de un negro de estaño. La luz había decrecido un poco, no obstante de persistir la limpidez celeste. El horizonte estaba, esto sí, mucho más cerca, y como ahogado en ceniza. Sobre el lago flotaba un denso vapor, que algo corregía la extraordinaria sequedad del aire.
Percibíase claramente la combustible lluvia, en trazos de cobre que vibraban como el cordaje innumerable de un arpa, y de cuando en cuando mezclábanse con ella ligeras flámulas. Humaredas negras anunciaban incendios aquí y allá.
Mis pájaros comenzaban a morir de sed y hube de bajar hasta el aljibe para llevarles agua. El sótano comunicaba con aquel depósito, vasta cisterna que podía resistir mucho al fuego celeste; mas por los conductos que del techo y de los patios desembocaban allá, habíase deslizado algún cobre y el agua tenía un gusto particular, entre natrón y orina, con tendencia a salarse. Bastóme levantar las trampillas de mosaico que cerraban aquellas vías, para cortar a mi agua toda comunicación con el exterior.
Esa tarde y toda la noche fue horrendo el espectáculo de la ciudad. Quemada en sus domicilios, la gente huía despavorida, para arderse en las calles en la campiña desolada; y la población agonizó bárbaramente, con ayes y clamores de una amplitud, de un horror, de una variedad estupendos. Nada hay tan sublime como la voz humana. El derrumbe de los edificios, la combustión de tantas mercancías y efectos diversos, y más que todo, la quemazón de tantos cuerpos, acabaron por agregar al cataclismo el tormento de su hedor infernal. Al declinar el sol, el aire estaba casi negro de humo y de polvaredas. Las flámulas que danzaban por la mañana entre el cobre pluvial, eran ahora llamaradas siniestras. Empezó a soplar un viento ardentísimo, denso, como alquitrán caliente. Parecía que se estuviese en un inmenso horno sombrío. Cielo, tierra, aire, todo acababa. No había más que tinieblas y fuego. ¡Ah, el horror de aquellas tinieblas que todo el fuego, el enorme fuego de la ciudad ardida no alcanzaba a dominar; y aquella fetidez de pingajos, de azufre, de grasa cadavérica en el aire seco que hacía escupir sangre; y aquellos clamores que no sé cómo no acababan nunca, aquellos clamores que cubrían el rumor del incendio, más vasto que un huracán, aquellos clamores en que aullaban, gemían, bramaban todas las bestias con un inefable pavor de eternidad!...
Bajé a la cisterna, sin haber perdido hasta entonces mi presencia de ánimo, pero enteramente erizado con todo aquel horror; y al verme de pronto en esa obscuridad amiga, al amparo de la frescura, ante el silencio del agua subterránea, me acometió de pronto un miedo que no sentía -estoy seguro- desde cuarenta años atrás, el miedo infantil de una presencia enemiga y difusa; y me eché a llorar, a llorar como un loco, a llorar de miedo, allá en un rincón, sin rubor alguno.
No fue sino muy tarde, cuando al escuchar el derrumbe de un techo, se me ocurrió apuntalar la puerta del sótano. Hícelo así con su propia escalera y algunos barrotes de la estantería, devolviéndome aquella defensa alguna tranquilidad; no porque hubiera de salvarme, sino por la benéfica influencia de la acción. Cayendo a cada instante en modorras que entrecortaban funestas pesadillas, pasé las horas. Continuamente oía derrumbes allá cerca. Había encendido dos lámparas que traje conmigo, para darme valor, pues la cisterna era asaz lóbrega. Hasta llegué a comer, bien que sin apetito, los restos de un pastel. En cambio bebí mucha agua.
De repente mis lámparas empezaron a amortiguarse, y junto con eso el terror, el terror paralizante esta vez, me asaltó. Había gastado, sin prevenirlo, toda mi luz, pues no tenía sino aquellas lámparas. No advertí, al descender esa tarde, traerlas todas conmigo.
Las luces decrecieron y se apagaron. Entonces advertí que la cisterna empezaba a llenarse con el hedor del incendio. No quedaba otro remedio que salir; y luego, todo, todo era preferible a morir asfixiado como una alimaña en su cueva.
A duras penas conseguí alzar la tapa del sótano que los escombros del comedor cubrían...
...Por segunda vez había cesado la lluvia infernal. Pero la ciudad ya no existía. Techos, puertas, gran cantidad de muros, todas las torres yacían en ruinas. El silencio era colosal, un verdadero silencio de catástrofe. Cinco o seis grandes humaredas empinaban aún sus penachos; y bajo el cielo que no se había enturbiado ni un momento, un cielo cuya crudeza azul certificaba indiferencias eternas, la pobre ciudad, mi pobre ciudad, muerta, muerta para siempre, hedía como un verdadero cadáver.
La singularidad de la situación, lo enorme del fenómeno, y sin duda también el regocijo de haberme salvado, único entre todos, cohibían mi dolor reemplazándolo por una curiosidad sombría. El arco de mi zaguán había quedado en pie y asiéndome de las adarajas pude llegar hasta su ápice.
No quedaba un solo resto combustible y aquello se parecía mucho a un escorial volcánico. A trechos, en los parajes que la ceniza no cubría, brillaba con un bermejor de fuego, el metal llovido. Hacia el lado del desierto, resplandecía hasta perderse de vista un arenal de cobre. En las montañas, a la otra margen del lago, las aguas evaporadas de éste condensábanse en una tormenta. Eran ellas las que habían mantenido respirable el aire durante el cataclismo. El sol brillaba inmenso, y aquella soledad empezaba a agobiarme con una honda desolación cuando hacia el lado del puerto percibí un bulto que vagaba entre las ruinas. Era un hombre, y habíame percibido ciertamente, pues se dirigía a mí.
No hicimos ademán alguno de extrañeza cuando llegó, y trepando por el arco vino a sentarse conmigo. Tratábase de un piloto, salvado como yo en una bodega, pero apuñaleando a su propietario. Acababa de agotársele el agua y por ello salía.
Asegurado a este respecto, empecé a interrogarlo. Todos los barcos ardieron, los muelles, los depósitos; y el lago habíase vuelto amargo. Aunque advertí que hablábamos en voz baja, no me atreví -ignoro por qué- a levantar la mía.
Ofrecíle mi bodega, donde quedaban aún dos docenas de jamones, algunos quesos, todo el vino...
De repente notamos una polvareda hacia el lado del desierto. La polvareda de una carrera. Alguna partida que enviaban, quizá, en socorro, los compatriotas de Adama o de Seboim.
Pronto hubimos de sustituir esta esperanza por un espectáculo tan desolador como peligroso.
Era un tropel de leones, las fieras sobrevivientes del desierto, que acudían a la ciudad como a un oasis, furiosos de sed, enloquecidos de cataclismo.
La sed y no el hambre los enfurecía, pues pasaron junto a nosotros sin advertirnos. ¡Y en qué estado venían! Nada como ellos revelaba tan lúgubremente la catástrofe.
Pelados como gatos sarnosos, reducida a escasos chicharrones la crin, secos los ijares, en una desproporción de cómicos a medio vestir con la fiera cabezota, el rabo agudo y crispado como el de una rata que huye, las garras pustulosas, chorreando sangre -todo aquello decía a las claras sus tres días de horror bajo el azote celeste, al azar de las inseguras cavernas que no habían conseguido ampararlos.
Rondaban los surtidores secos con un desvarío humano en sus ojos, y bruscamente reemprendían su carrera en busca de otro depósito, agotado también, hasta que sentándose por último en torno del postrero, con el calcinado hocico en alto, la mirada vagorosa de desolación y de eternidad, quejándose al cielo, estoy seguro, pusiéronse a rugir.
Ah... nada, ni el cataclismo con sus horrores, ni el clamor de la ciudad moribunda era tan horroroso como ese llanto de fiera sobre las ruinas. Aquellos rugidos tenían una evidencia de palabra. Lloraban quién sabe qué dolores de inconsciencia y de desierto a alguna divinidad obscura. El alma sucinta de la bestia agregaba a sus terrores de muerte, el pavor de lo incomprensible. Si todo estaba lo mismo, el sol cotidiano, el cielo eterno, el desierto familiar, ¿por qué se ardían y por qué no había agua?... Y careciendo de toda idea de relación con los fenómenos, su horror era ciego, es decir, más espantoso. El transporte de su dolor elevábalos a cierta vaga noción de provenencia, ante aquel cielo de donde había estado cayendo la lluvia infernal; y sus rugidos preguntaban ciertamente algo a la cosa tremenda que causaba su padecer. Ah... esos rugidos, lo único de grandioso que conservaban aún aquellas fieras disminuidas: cual comentaban el horrendo secreto de la catástrofe; cómo interpretaban en su dolor irremediable la eterna soledad, el eterno silencio, la eterna sed...
Aquello no debía durar mucho. El metal candente empezó a llover de nuevo, más compacto, más pesado que nunca.
En nuestro súbito descenso, alcanzamos a ver que las fieras se desbandaban buscando abrigo bajo los escombros.
Llegamos a la bodega, no sin que nos alcanzaran algunas chispas; y comprendiendo que aquel nuevo chaparrón iba a consumar la ruina, me dispuse a concluir.
Mientras mi compañero abusaba de la bodega -por primera y última vez, a buen seguro-decidí aprovechar el agua de la cisterna en mi baño fúnebre; y después de buscar inútilmente un trozo de jabón, descendí a ella por la escalinata que servía para efectuar su limpieza.
Llevaba conmigo el pomo de veneno, que me causaba un gran bienestar apenas turbado por la curiosidad de la muerte.
El agua fresca y la obscuridad, me devolvieron a las voluptuosidades de mi existencia de rico que acababa de concluir. Hundido hasta el cuello, el regocijo de la limpieza y una dulce impresión de domesticidad, acabaron de serenarme.
Oía afuera el huracán de fuego. Comenzaban otra vez a caer escombros. De la bodega no llegaba un solo rumor. Percibí en eso un reflejo de llamas que entraban por la puerta del sótano, el característico tufo urinoso... Llevé el pomo a mis labios, y...
FIN


Astro Sorpresa CD...




"Cuando un loco parece completamente sensato, es ya el momento de ponerle la camisa de fuerza"  ...

CD recopilatorio que recogió rarezas de los grupos del sello Astro Discos, continuación de "Astro Bueno", cd sampler que apareció como regalo con la revista Factory (n° 18). Éste se vendió directamente al público, con una caja para alojar la primera parte.


Semen

¡Vade Ultra! Ácidos Latinoamericanos








En la casita rota de tus labios se refugian los ebrios rotos de alta mar...



Mención merece esta compilación musical bien llamada ¡Vade Ultra! Acidos Latinoamericanos, a cargo de Carlos Icaza y producido por 666ismocritico en su edición #16 Otro infierno es posible 8 (junio – septiembre 2008). Cada track es galleta selecta, mi favorita es la 10.- Monterrey de Los Shakes, me llena la cabeza la idea de imaginar la urbe regia tradicionalmente bañada por el acordeón, sacudida con este rock sabroso. La bonita portada es de Weto-Smek-Goki y el regalito de Miguel a.k.a. Clanton 14, gracias caballero.

Mr. Mano de Papel


Semen

Illy Bleeding y Los Robotes Trucosos



En la casita rota de tus labios se refugian los ebrios rotos de alta mar...

Un tributo  Illy Bleeding...


Uno de los pioneros en el rock mexicano y ex integrante de Size, una de las primeras bandas de post-punk nacional de entre 1978 y 1984, conformada por Dennis Sanborns (Walter Schmidt), This Grace (Carlos Robledo) y Dean Style; estaba próximo a sacar un material en el que incluiría música de este grupo así como de su nuevo proyecto con los Trucosos.


Un regalo de Menyu
(http://besodeseda-sangreysemen.blogspot.com/)
y Jacobo
(http://antartidarecords.blogspot.com/)


Semen 1

Semen 2

jueves, 31 de mayo de 2018

Najwa Nimri






En la casita rota de tus labios se refugian los ebrios rotos de alta mar... 
 
 
Najwa Nimri Urruticoechea, conocida como Najwa Nimri, es una cantautora y actriz española de ascendencia navarro-jordana...


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Semen 1

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Semen 3

miércoles, 30 de mayo de 2018

Fobya - Destino



En la casita rota de tus labios se refugian los ebrios rotos de alta mar...

Fobya se inicia en abril del 2000, tras la disolucion de "Sueño Encadenado", formada x Abdel de la Cruz (voz y guitarra), Raul Begazo (guitarra).
Con la colaboracion de unos amigos en el bajo y la bateria graban su primer CD llamado "Destino" lanzado en el año 2000, el cual se agota en un par de meses.
Fobya es considerada una banda pionera del sonido dark en Arequipa.
Actualmente la banda esta formada x Abdel de la Cruz (voz, guitarra y programaciones), Raul Begazo (guitarra), Juan Calderon (bateria), Kenyi Garrafa (bajo) y un amigo invitado Jimmy Revilla (sintetizador).


Carmina Burana - Discografía por Valencia canta













En la casita rota de tus labios se refugian los ebrios rotos de alta mar...

Una de nuestras formaciones más difíciles de catalogar, y con diferencia, fueron Carmina Burana. A mediados de la década de los ochenta, donde los teclados vibraban cuantiosamente y las melodías pop hacían de las suyas, Carmina Burana se erigieron como un rara avis en su especie, adelantados a su tiempo e ignorando cualquier sonido convencional. Influenciados por bandas británicas de onda siniestra o King Crimson, Carmina Burana mezclaban en sus canciones toda clase de sonidos surrealistas, con instrumentos en su mayoría a veces descompasados y unas letras prácticamente indescifrables, pero a pesar de todo esto, firmaron a lo largo de su trayectoria dos de las mejores piezas que se hayan podido hacer por un grupo nacional, ‘El Telar De La Locura’ y ‘De Las Danzas Apócrifas’. Se crearon a lo largo de 1983, y su formación original era la siguiente: Manolo Fernández (voz y guitarra), Andrés Blasco (bajo y violín), y José Carlos Pernías (guitarra).

Tras varios conciertos por locales de la capital, en donde en muchas ocasiones se especializaron en vaciar las salas gracias a esa apuesta arriesgada con su música, les llegó la oportunidad de grabar su primer trabajo en forma de maxisingle. Paco Martín y sus Producciones Twins, una de las compañías nacionales más de moda del momento, lejos de incorporar a su catálogo cualquier banda que no practicara un sonido acomodado a la moda en esos años, excepto contadísimas ocasiones (y este fue uno de los casos), apostó por los valencianos para plasmar tres magníficas canciones en 1985, teniendo como tema estrella ‘El Telar De La Locura’. La citada canción ya sonaba incansablemente en su versión maqueta en


Efemanía, el programa de Radio Color conducido por Vicente Esteve, así como en varios espacios de Radio 3 por los madriles. Los dos temas restantes que completan el maxi son ‘La Tierra Feliz’ y ‘Orgullo De Amor Quebrado’. Carmina Burana firman todas las canciones. El disco se grabó en los Estudios Trak de Madrid en agosto de 1985, y lo produjo el mismo grupo y Eugenio Muñoz.

A finales de 1986, Plataforma Discos editaría un sencillo promocional compartido junto a Karmas Colectivos, de edición limitada, y con una remezcla especial de ‘De Las Danzas Apócrifas’. Esta joya también fue editada en versión maxisingle, con diferentes interpretaciones del tema. Ya en 1987, y de la mano del recién nacido sello discográfico valenciano, Plataforma Discos, el cual edita una de sus primeras referencias en álbumes con Carmina Burana, aparece el primer larga duración de nombre homónimo, escondiéndose tras él ocho sorbos de rock corrupto e indescifrable donde se encuentran temas tan maravillosos como la citada ‘De Las Danzas Apócrifas’, en una versión diferente a su single adelanto compartido, o ‘Los 240 Días De Mayo’. Para este trabajo, Carmina Burana pasó de ser terceto a cuarteto, incorporándose Dani Arlandis a los parches. El vinilo contó lo la inestimable producción de Jo Dworniak y Duncan Bridgeman, antiguos miembros de I Level, grabándose en los estudios castellonenses de Alcocéber. Las restantes piezas son: ‘Rememoranzas De Base Líquida’, ‘Sobre El Suelo’, ‘Ahora Sí (Sobre El Lugar Que Ocupan Las Esferas En El Espacio)’, ‘Frío’, ‘Entre Líneas De Lamentos’ y ‘Vacío Histérico’, la cual casi llega a los doce minutos de duración. Todos los temas llevan la firma de Carmina Burana, y colaboraron en la grabación Rafa Villalba en las baterías, y el mismo Duncan Bridgeman con los teclados y percusión. Se extrajo un sencillo promocional de edición limitada para la revista Rock De Lux, donde aparecían los temas ‘De Las Danzas Apócrifas’ y ‘Entre Líneas De Lamentos’ en su cara b.


El sello de Watford (Inglaterra), Midnight Music, publicó ese mismo año su primer álbum homónimo en Europa y Norteamérica, con los temas grabados en inglés y el cual titularon ‘The Apocriphal Dances’. Ante la circunstancia de que Midnight Music podía tener la posibilidad de editar este trabajo en otros países, los temas ya fueron plasmados en las mismas sesiones de Alcoceber en agosto de 1986, siendo mezclados posteriormente en Alaska en febrero de 1987 por Nick Ralph, por consiguiente llevando la misma producción de Jo Dworniak y Duncan Bridgeman, y las colaboraciones de Rafa Villalba y Duncan Bridgeman. El plástico obtuvo bastante más acierto en países como Estados Unidos, Canadá, Holanda o Bélgica que en España, y Midnight Music acopló ‘Now (Like The Time)’, la versión en inglés de ‘Ahora Sí (Sobre El Lugar Que Ocupan Las Esferas En El Espacio)’, para un larga duración compartido con otras bandas de su catálogo llamado ‘Diamonds In Darkness’, donde figuraban grupos como The Essence, A Popular History Of Signs, Front 242, o sus paisanos Karmas Colectivos, que también vieron como su álbum debut ‘El Último Sueño’, era editado por

el sello europeo en su versión en inglés. Plataforma Discos extrajo para España, amén de las referencias citadas anteriormente, un maxisingle con las piezas en inglés de Los 240 Días De Mayo/240 Days Of May, Frío/Cold, Rememoranzas De Base Líquida/Liquid Base Memories y De Las Danzas Apócrifas/The Apocriphal Dances. También en formato single destinado para coleccionistas de rarezas y, con idéntica portada que el maxi, editó ‘Los 240 Días De Mayo’ en sus dos idiomas.

No es hasta finales de 1991, cuando Carmina Burana lanzaría su último larga duración mediante el sello madrileño Triquinoise Producciones, gracias a una maqueta que les llegó por medio se sus paisanos Amor Sucio. Pero durante el transcurso de esos años, el grupo divagó con más pena que gloria por el territorio español, prodigándose escasamente en directo. Además, durante ese tiempo, hubieron un par de cambios en la batería, cogiendo las riendas en un primer momento José Blasco, hermano de Andrés, sustituyendo a Dani Arlandis, hasta que José se largó a otro proyecto de punk-rock llamado Marat-Sade, momento en que fue rescatado Santi Serrano, debutando éste con Carmina Burana en el Babia Bar de Valencia.

Aun a pesar de los escasos conciertos, el cuarteto realizó tres "bolos" en Berlín (Alemania) y uno en Salónica (Grecia). Los del país germano vinieron por la amistad que tenía Manolo Fernández con un amigo catalán que estaba estudiando allí, y les ofreció la posibilidad de tocar allí a cambio de que su grupo, She’s Hit, pudiera hacer lo mismo en tierras valencianas. En principio iban a ser cinco las actuaciones, pero se quedaron en tres: En el Studio Bunhe siendo teloneros de She’s Hit, en una casa ocupada del Berlín Oriental, siendo éste el que más buenos recuerdos les trae, y en la discoteca Trash junto a Space Hobo. El de Salónica les llegó al ser seleccionados por la Bienal de Valencia en mayo de 1991, tocando en un único concierto en una plaza céntrica de la ciudad.

Volviendo a la edición del disco de Triquinoise Producciones, el vinilo se grabó en abril de ese mismo año en los Estudios Pertegás de Chirivella (Valencia), teniendo como técnico de sonido al ex – Video, Vicente Chust, y conteniendo los temas: ‘Estudio De PzMr2k’, ‘La Luna-Hiena’, ‘El Reke-Soul’, Estéreo Afonía’, ‘Intercambio Basura De Segunda Mano’, ‘El Arte-Facto’, ‘Hélice Por Tres’, ‘Cosa Rica En Planta’, ‘The Modern Dance’ y ‘El Hombre-Puente’. Todos los temas están compuestos por letra de Manolo Fernández y música de Carmina Burana, a excepción de ‘El Hombre-Puente’, compuesta por el grupo y ‘The Modern Dance', parida por Pere Ubu. La producción también corrió a cargo de Carmina Burana. El disco no tuvo repercusión alguna, pero aun así, y gracias a ello, pisaron escenarios de Barcelona, Albacete, Alicante o Valencia entre otras ciudades.

Las últimas aportaciones discográficas de Carmina Burana aparecen en un par de recopilatorios. Por una parte, en 1991 nace


el sello Tritón Rock en Valencia exclusivamente para dar cabida a varios grupos que pisaron el escenario del Babia Bar, cerrado por expropiación un 2 de noviembre de 1991. El disco sale de conciertos ofrecidos por varias bandas que pisaron el escenario, tanto locales como nacionales; como Amor Sucio, Doctor Divago, Vamos A Morir, 713º Amor, Club 430, Rubber, Superelvis, The Joke, 1ª Komunión y por supuesto Carmina Burana, que incluyen su tema ‘La Luna-Hiena’. La siguiente aportación y última, llega en 1993 de la mano nuevamente de Triquinoise Producciones, que edita un trabajo tanto en formato de cd como en l.p. y al que llama ‘Déficit’. Reúne a varios combos de su catálogo, Malcolm Scarpa, Corcobado, Pachuco Cadáver, Amor Sucio o Ebria Danza entre otros. Carmina Burana, que en esos momentos ya se habían disuelto, no sin antes Santi Serrano haberse largado a All Sex Picken primero, y Caballero Reynaldo después, siendo sustituido en las postrimerías del grupo por Víctor “Acnex”, ex batería de formaciones tan emblemáticas valencianas como Interterror o La Resistencia, aportan un tema inédito llamado ‘Usufructus’, pero en su edición digital, ya que en vinilo Triquinoise Producciones optó por no incluirles en el recopilatorio de pasta, que entre otras cosas sufría de sus horas más bajas.

Hasta aquí llegó el legado de Carmina Burana, un grupo, que a pesar de sus balanceos en otras vertientes, sus idas y venidas o su incomprendida realidad de ver las cosas, con los años se les ha hecho un hueco por críticos y periodistas (que en su tiempo tildaron con desatino al grupo), o simplemente escuchas, como una de las formaciones de culto no solo del panorama local, sino nacional. De su formación restante, el bajista Andrés Blasco siguió más o menos engendrando artillería parecida, uniéndose a Fitzcarraldo, mientras que posteriormente se volcó en un proyecto de música electrónica llamado Truna, o Antorcha Amable, otro invento creado en el 2005 junto a Begoña Tena y el cual persiste en la actualidad.

01.-Rememoranzas de base liquida
02.-Sobre el suelo
03.-Ahora sí (sobre el lugar que ocupan las esferas en el espacio)
04.-De las danzas apócrifas
05.-Los 240 días de Mayo
06.-Frio
07.-Entre lineas de lamentos
08.-Vacio histerico

 Primer larga duración de esta banda valenciana. Se grabo con Plataforma Records, siendo una de las prrimeras referencias del sello.


Valencia canta toda la discografía




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Varios artistas - N-340 (valenciacanta)




En la casita rota de tus labios se refugian los ebrios rotos de alta mar...

En marzo de 1984 se publica "N-340", que reúne temas de los doce grupos castellonenses participantes en el concurso organizado ese mismo año por la Diputación Provincial de Castellón. En este participarían bandas e intérpretes de renombre, como Morcillo el Bellaco, Los Auténticos, Enigma del Deseo, o King Crueles, con el fallecido Rockin' Pauly a la cabeza; junto a ellos, encontramos a otras formaciones no tan conocidas, pero que dejarían su huella en la música valenciana, como Neón, Odín, D.G.S o Cromosoma-23. (Sacado de valenciacanta)

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Hijo - Las otras vidas 2007






En la casita rota de tus labios se refugian los ebrios rotos de alta mar...

Migala, con la imponente voz de Abel Hernández al frente, han hecho historia en el indie nacional cubriendo casi en exclusiva un área de rock poco complaciente, culto y arriesgado (¿lo llamamos post rock?), superándose disco a disco durante unos ocho años. Siendo conscientes de su singularidad, y advierto que esto es una apreciación totalmente personal (y por eso quizá equivocada), la banda llegó a pecar de cierta arrogancia dentro y fuera de los escenarios que hizo que cogiera a sus miembros cierta tirria. Como personajes, no como personas, claro está. En lo musical, una de las decisiones menos acertadas de su última etapa fue que prácticamente prescindieran de la rotunda voz de Hernández.


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Varios – En La Mar Grabaciones UMA 1987 Spain







En la casita rota de tus labios se refugian los ebrios rotos de alta mar...

Gracias a anonimo por este enlace...

Dice en la portada trasera que fué grabado y mezclado en Estudios UMA (Unión de Música Avanzada), a orillas del Mediterráneo, playas de Alcocebre (Castellón), menudo lujo de estudios de grabación, en primera línea de playa!! En La Mar es un compilado que consta de seis bandas procedentes de Valencia, con dos temas cada una. Haré una breve descripción de cada una de ellas, basándome en la información que puedo extraer del propio disco. Lisboa es una banda de Pop oscuro muy elegante, con el tema "Lágrimas" donde encontramos una voz celestial femenina de Ana Domingo y el tema "Hablando De Dragones Malos" donde la voz la pone Raúl ventura dándole un matiz más gótico; los componentes son: Miguel A. Also en el bajo, Raúl Ventura en guitarra y Voz, Ana Domingo en Voz, Roberto Blanquet en guitarra, Josep Germán en batería y Raúl Also a los teclados. Bodas De Sangre se componen de cuatro varones, Roberto Ruiz en guitarra, Miguel Vallés en guitarra, Iván Marco en bajo y voz y José Buonamisis en batería y coros, también colabora Rafa Villalba, personaje que recodamos de "nuestro" Chiquetere !! Remarco especialmente el tema "Una Cruz Y Una Flor" con una guitarra muy bien marcada y una fuerte voz, me encanta. Legendarios fué un proyecto musical llevado por cuatro miembros: Pedro José García Ros en bajo y coros, Francisco José Martínez Pellicer en batería y coros, Jerónimo Molina Balibrea en voz y guitarra y Antonio Miguel García Ros en guitarra y coros, con Rafa Villalba en agradecimientos y colaboración. Del siguiente grupo "Cristales Góticos" solo se indican los miembros de la banda, sin especificar el papel de cada uno de ellos: Javier Moreno, Juan Manuel Mas, Javier Morales y José L. Mendoza. Dos canciones puramente de Goth Rock/New Wave que me fascinaron desde el principio y conforman piezas fundamentales de este recopilatorio. La Sentencia es otra banda de Rock siniestro conformado por Vicente Silvestre a los tambores, Miguel Encinas en cuerdas, Daniel Peris en cuerdas, Juan Tios en bajo, José Vicente Martínez en cuerdas rítmicas y vocales y, como colaboradores especiales, "El Chino" y "Juan Kl Rítmicos" haciendo los gritos de placer. Por último tenemos el Cuarto Jinete, compuesto por Rubén Cerisuelo en guitarra solista y coros, Alfonso Arrufat en voz, Diego Barrachina en guitarra rítmica, Jorge Monzonis en bajo e Iván en batería, con colaboración, de nuevo, a Rafa Villalba en batería. En resumen, un disco que pasó totalmente desapercibido y todavía hoy día, sigue pasando inadvertido, y creo que vale mucho la pena, espero que estéis de acuerdo, no hay ningún tipo de información en la red acerca del disco o de las bandas que participan, así que os dejo con los temas de Lisboa, Cristales Góticos y Bodas De Sangre. Un saludo!

Info de http://elcaunegre.blogspot.com


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jueves, 17 de mayo de 2018

v.a. - spanish gothpunk&goth - vol.1


No es tu Sexo lo que en tu Sexo busco, sino ensuciar tu alma...


Una Recopilacion de bandas españolas que nos hizo el paro de correr Angus para el deleite de todos, cuenta con bandas como Paralisis, Monaguillos, Seres Vacios, Santo Oficio , Naughty Zombies entre otros bandas post-punk, espero les agrade, la portada se las debo ya que no trae, aqui les dejo alguna imagen chida segun yo...


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